Quittez les réseaux sociaux ! | Cal Newport | TEDxTysons

Quittez les réseaux sociaux ! | Cal Newport | TEDxTysons

Traductor: Noelia CastellanoRevisor: Miguel A. Quiceno Bueno... probablemente no noten que en este momento estánmirando algo bastante extraño, porque soy un escritor de cienciainformática de la generación Y, en un evento TEDx y aún así, nunca he tenidouna cuenta en redes sociales. De hecho, el cómo esto sucediófue de alguna manera algo fortuito. Las redes sociales entraronen mi radar por primera vez, cuando estaba en mi segundoaño de la universidad, ahí fue cuando Facebookllegó a nuestro Campus y en ese momento, - el cual fue justodespués del primer colapso ".com" - yo tenía un negocio universitario, elcual tuve que cerrar debido al colapso y luego, repentinamente estechico de Harvard llamado Mark, tiene este producto llamado Facebooky a la gente emocionada por ello. Entonces, en un ataque decelos e inmadurez profesional, dije: "No voy a usar esto. No voy a contribuir al negocio de estechico, o lo que sea que vaya a ser." Mientras sigo con mi vida,veo que no mucho después, todos los que conozcoestán enganchados en esto. Y desde la claridad que se obtiene, cuando uno tiene algo deobjetividad y perspectiva en ello, me di cuenta de que parecía algopeligroso. Así que nunca entré. Nunca he tenido una cuentade red social desde entonces. Estoy aquí por dos razonesy quiero dar dos mensajes. El primer mensaje que quiero dar, es que aunque nuncahaya tenido redes sociales, estoy bien, no tienen de que preocuparse. (Risas) Resulta que todavía tengo amigos, sé lo que está sucediendo en el mundo; como científico de la computación, aún sigo colaborando congente de todo el mundo, - afortunadamente sigo expuestoregularmente a ideas interesantes - y rara vez me describo, como alguien quecarece de opciones de entretenimiento. Así que estoy bien, peroincluso iría un poco más allá y diría que no sólo estoybien sin redes sociales, sino que de hecho, creoque estoy mucho mejor. Creo que soy más feliz, tengomás sostenibilidad en mi vida y creo que he tenidomás éxito profesional, debido a que no uso las redes sociales. Mi segundo objetivo en este escenario, es tratar de convencer a másde ustedes a creer lo mismo. Veamos si realmente puedoconvencer a más de ustedes, de que también estarían muchomejor si dejan las redes sociales. Entonces, si la temática de esteevento TEDx es 'El Futuro,' supongo que en otras palabras,esta sería mi visión del futuro: Un futuro en el que menosgente utiliza redes sociales. Esa es una gran afirmación,creo que debo respaldarla. Así que pensé que lo que haría, sería tomar las tres objecionesmás comunes que escucho, cuando le sugiero a la genteabandonar las redes sociales y luego, por cada una intentarécalmar la tensión publicitaria y ver si realmente puedohacerles ver la realidad. Esta es la primera objeciónmás común que escucho. (Risas) No es un ermitaño, de hechoes un desarrollador web hipster de la calle octava, no estoy seguro. (Risas) ¿Hipster o ermitaño?A veces es difícil distinguirlos. Entonces, la primera objeción es esta: "Cal, las redes sociales son una de lastecnologías fundamentales del siglo XXI. Rechazarlas sería un actoextremo de obsolescencia. Sería como ir al trabajo en caballoo usar un teléfono de disco. No puedo tomar tal postura en mi vida." Mi respuesta a esa objeción,es que no tiene ningún sentido. Las redes sociales no sonuna tecnología fundamental. Se sirven de algunastecnología fundamental, pero se entiende mejor como esto. Es decir, es un fuente de entretenimiento, es un producto de entretenimiento. La manera en como eltecnólogo Jaron Lanier lo dice, es que estas empresas lesofrecen regalos brillantes, a cambio de minutos de su atencióny bites de su información personal, lo cuales pueden ser empacadosy puestos a la venta después. Así que decir que no usan redes sociales,no debería ser una gran postura social, únicamente es rechazar una formade entretenimiento por otras. No debería haber máscontroversia que decir: "No me gustan los periódicos, megustan las noticias de las revistas," o "prefiero la televisión porcable más que la gratuita." Decir que no usan este producto,no es una postura social o política. No he puesto la imagen de unamáquina de casino por casualidad, puesto que si observan estastecnologías, un poco más de cerca, no sólo son una fuentede entretenimiento, sino que son una fuente deentretenimiento desagradable. Ahora sabemos que muchas de lasgrandes empresas de redes sociales contratan individuos llamadosingenieros de la atención, que toman prestados los principios delos casinos de Las Vegas y otros lugares, para procurar hacer estos productos,tan adictivos como sea posible. El uso deseado de estos productos es que los usen de manera adictiva, porque eso maximiza los beneficios que pueden ser extraídosde su atención y sus datos. Así que, no son unatecnología fundamental, sólo son una fuente deentretenimiento entre muchas, y si las miran de cerca,son desagradables. Esta es la segunda objecióncomún que escucho, cuando le sugiero a la gente las dejen La objeción es: "Cal, no puedo abandonarlas redes sociales, porque son vitales para mi éxitoen la economía del siglo XXI. Si no tengo una marca biencultivada en las redes sociales, la gente no sabrá quién soyy nadie podrá encontrarme; las oportunidades no vendrán a mi y desapareceré efectivamentede la economía." Entonces, nuevamentemi respuesta a esto es: "Esta objeción tampoco tiene sentido." Recientemente publiqué este libro,que se basa en múltiples evidencias, para llegar al punto de que en unmercado competitivo en el s.-XXI, lo que el mercado valora es la habilidad de crear cosasexcepcionales y valiosas. Si producen algo excepcional yvalioso, el mercado lo va a valorar. Lo que el mercado descartaen su gran mayoría, son actividades fáciles de replicar y queproducen una pequeña cantidad de valor. Bueno, el uso de las redessociales es la epítome, de una actividad fácil de replicary que no produce mucho valor. Es algo que cualquier niño de seisaños puede hacer un smartphone. Por definición, el mercado no darámucho valor a esos comportamientos. En cambio, va a recompensarel trabajo intensivo y enfocado, que se requiere para desarrollar y aplicarhabilidades reales en la creación de cosas - como un artesano - que sean únicas y valiosas. Para decirlo de otra manera: Si pueden escribir un elegante algoritmo, si pueden escribir un estudio jurídicoque puede darle un giro a un caso, si pueden escribir milesde palabras en prosa, que van a enganchar aun lector hasta el final, si pueden mirar a unmar de datos ambiguos y aplicar estadísticas y extraer ideas que podrían transformarun estrategia de negocios. Si pueden hacer este tipo de actividadesque requieren trabajo intensivo, que producen resultados únicos y valiosos, la gente los encontrará. Serán capaces de escribir su propio boleto y construir las bases de una vidaprofesional significativa y exitosa, independientemente de cuántosseguidores de Instagram tengan. Esta es la tercera objecióncomún que escucho, cuando le sugiero a la genteabandonar las redes sociales en cierto sentido, creo que podríaser una de las más importantes. La objeción es: "Cal, quizá concuerdo contigo y tengasrazón; no es tecnología fundamental. Tal vez el uso de las redes socialesno es el centro de mi éxito profesional. ¿Pero sabes qué? Son inofensivas, me divierten- qué raro, Twitter es gracioso - Tampoco las uso tanto,estoy empezando a usarlas, es algo interesante probarlas y tal vez podría perdermede algo si no las uso. ¿Cuál es el daño?" Entonces, vuelvo a decir: 'Estaobjeción tampoco tiene sentido.' En este caso, lo que se pierde es unarealidad que considero muy importante, de la que necesitamoshablar más sinceramente, la cual es: 'Las redes socialestraen consigo múltiples y significantes daños bien documentados.' Y de hecho, tenemos que confrontarestos daños directamente, cuando se trata de tomar la decisión,sobre si adoptamos o no esta tecnología y permitir que entre en nuestras vidas. Uno de los daños que sabemosque esta tecnología trae consigo, está relacionado consu éxito profesional. Acabo de argumentar que la capacidadde concentrarse intensamente, para crear cosas únicas y valiosas, pulir habilidades que el mercado valora; esto es lo que va a importaren nuestra economía. Pero justo antes de eso, argumenté que las herramientasde las redes sociales, son diseñadas para ser adictivas. El verdadero propósito deldiseño de estas herramientas, es que ustedes fragmenten su atenciónlo más posible a lo largo del día. Así es como estas herramientasson diseñadas para utilizarse. Tenemos una crecientecantidad de investigaciones, que nos dicen que si pasan grandes porciones de su día en un estado de atención fragmentada; - grandes porciones del día en queconstantemente dividen su atención, para dar un vistazo rápido, o simplemente revisar Instagram - esto puede reducir permanentementesu capacidad de concentración. En otras palabras, podrían disminuirsu capacidad permanentemente para hacer exactamente el tipo de esfuerzointensivo, que cada es vez más necesario en una economía cada vez más competitiva. Así que no son inofensivas, de hecho pueden tener unsignificante impacto negativo, en su habilidad deprosperar en la economía. Estoy especialmente preocupadopor las generaciones más jóvenes, los cuales que son los mássaturados por esta tecnología. Si pierden su habilidad desostener la concentración, van a ser cada vez menosrelevantes para esta economía. Además hay daños psicológicosque han sido bien documentados, que son provocados por las redessociales y que necesitamos abordar. Gracias a la literatura de investigación, sabemos que ante másusen las redes sociales, es más probable que sesientan solos o aislados. Sabemos que la constanteexposición a los positivos y cuidadosamente organizadosretratos de las vidas de sus amigos, puede llevarlos a sentirse inadecuadosy puede aumentar las tasas de depresión. Y algo que creo que vamos escucharmás en un futuro cercano, es que hay un hay undesajuste fundamental, entre la forma en que nuestroscerebros están conectados y este comportamiento de exponersea sí mismos a estímulos con premios intermitentesa lo largo del día. Una cosa es pasar un par de horas en unamáquina traga-monedas en Las Vegas, pero si cargan con una y tirande esa palanca todo el día, desde que se levantan hasta que seacuestan. No estamos hechos para eso. Es un cortocircuito para el cerebro y estamos empezando a encontrar quetiene consecuencias cognitivas reales. Una de ellas es esa penetrante sensación de ansiedad. Ahora bien, la advertencia de esteproblema está en las universidades. Si hablan con expertos en saludmental de las universidades, les dirán que con el aumento deluso ubicuo de los smartphones y las redes sociales entrelos estudiantes del campus, ha ocurrido una explosión de trastornos relacionados con laansiedad en esos campus. Así que, esa es la advertencia. Este comportamiento es undesajuste para el cerebro y puede hacerlos sentir miserables. Así que, hay un costo real porel uso de las redes sociales, lo que significa que cuando intentandecidir: ¿debo usar esto o no? decir que es inofensivo no es suficiente. Realmente tienen que identificar unbeneficio claro, significativo y positivo que pueda sobrepasar estos potencialesdaños, que no son triviales en absoluto. La gente suele preguntar: "Está bien, pero: ¿cómo seríala vida sin las redes sociales?" Pensar en ello puedecausar un poco de miedo. Según personas que sé quehan pasado por este proceso; pueden haber unas semanas difíciles. De hecho, es como unproceso de desintoxicación. Las primeras dos semanaspueden ser incómodas. Se sienten un poco ansiosos,como si les faltara una extremidad, pero después de eso,las cosas se establecen y en realidad, la vida sin redessociales puede ser muy positiva. Hay dos cosas que puedo reportardel mundo sin redes sociales. Primero, puede ser muy productivo. Soy profesor en un instituto deinvestigación, he escrito cinco libros y rara vez trabajo después de lascinco de la tarde entre semana. Ahora, parte del por quéestoy intentando lograr eso, es porque resulta que si tratan su atención con respeto, - sin fragmentarla y permitenque permanezca entera y preservan su capacidadde concentración - a la hora de trabajar, pueden haceruna tarea tras otra con intensidad y la intensidad se puedeintercambiar por tiempo. Es sorprendente todo lo quese puede hacer en ocho horas, si son capaces de concentrarseintensamente en una cosa tras otra. Otra cosa que les puedo decirde la vida sin redes sociales, es que fuera del trabajo, las cosaspueden ser bastante tranquilas. Suelo bromear que estaría muycómodo siendo un agricultor en 1930, porque si observan mi tiempo libre,leo el periódico mientras amanece, escucho béisbol en la radio. Me siento en un sillón de piel y leo un libro de tapa dura, despuésde que mis hijos se van a la cama. Suena anticuado pero tienen una finalidad. De hecho, es una manera restaurativa y muy tranquila de pasar sutiempo fuera del trabajo. No tienen esos constantesestímulos en su vida y esa sensación deansiedad que traen consigo. Así que la vida sin redes socialesrealmente no es tan mala. Entonces, si juntan estas líneas,verán mi argumento completo, del por qué pienso; no todos,pero sí muchas más personas que actualmente usan redes sociales, no deberían hacerlo. Para resumir, eso se debe primero a que podemos descartar laspreocupaciones principales, de que es algo fundamentaly que se debe utilizar. Disparates, es un traga-monedas en sus móviles. Podemos descartar que no vana conseguir trabajo si no las usan. Disparates: cualquier cosa queun niño de seis años puede hacer, no será lo que el mercado premiará. Y luego hice hincapiéen que hay un daño real. Así que, no son inofensivas. Realmente tendrían quetener un beneficio significativo, antes de decir que lacompensación vale la pena. Y por último mencionéque la vida sin redes sociales tiene efectos muy positivos. Así que, espero quecuando muchos de ustedes realmente hagan este mismo cálculo, al menos consideren la perspectivaque estoy planteando ahora, la cual es que muchas máspersonas estarían mucho mejor, si no utilizaran esta tecnología. Desde luego, algunos deustedes pueden discrepar, algunos tendrán críticas mordaces - aunque acertadas - sobre mi y mis argumentos, y por supuesto, aceptocomentarios negativos. Sólo les pido que dejen suscomentarios en Twitter. Gracias. (Risas) (Aplausos)

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