El Camino de Santiago. Nivel B1

El Camino de Santiago. Nivel B1

El Camino de Santiago es un conjunto de rutas que pasan por Europa y España y terminan en Santiago de Compostela. En la catedral de esta ciudad se cree que están los restos de Santiago, uno de los doce apóstoles de Jesucristo. Hay distintas rutas para peregrinar hasta Santiago de Compostela, como el Camino del Norte, el Camino Portugués, la Vía de la Plata, el Camino Primitivo o el Camino Inglés. Pero el Camino Francés es el que tiene más peregrinos y más servicios. Cruza los Pirineos desde Francia y pasa por Burgos y León. Hay muchas formas de hacer el Camino. Cientos de miles de personas lo recorren cada año, y cada una lo hace de una manera distinta, porque elige la ruta que prefiere, en qué época del año lo hace, cuántos días le puede dedicar, cuánta distancia quiere recorrer o con quién va. Casi todo el mundo lo hace caminando y menos del diez por ciento lo hace en bicicleta. Las personas que lo recorren se llaman peregrinos y suelen caminar etapas de unos 20 o 25 kilómetros diarios. El recorrido está señalizado con flechas amarillas y también con conchas de vieira para que sea fácil orientarse. A lo largo del Camino de Santiago hay numerosas iglesias, monasterios, pueblos, lugares para descansar y para comer. Muchos restaurantes ofrecen un menú especial para los peregrinos. Los peregrinos duermen en albergues. Estos alojamientos tienen habitaciones con muchas camas y son más baratos que los hoteles. Muchas personas deciden caminar solas o en pareja, para que así sea más fácil conocer a otra gente. Otras personas deciden hacer el Camino en grupo, pero a veces es difícil, porque cada uno anda a su propio ritmo y no pueden ir todos juntos siempre. Algo muy bueno del Camino es que los peregrinos conocen a otros viajeros, gente de distintas nacionalidades y edades, y pueden compartir sus experiencias mientras caminan o cuando descansan en los albergues. En la Edad Media fue una ruta muy popular que hacían los peregrinos de Europa motivados por su fe cristiana. Después disminuyó su popularidad, pero a finales del siglo XX volvió a crecer el interés y aumentó el número de peregrinos. En la actualidad hay viajeros que caminan por motivos religiosos, pero también muchos lo hacen por motivos turísticos, culturales o por vivir una experiencia única. Cuando los peregrinos hacen el Camino, están en contacto con la naturaleza, disfrutan del paisaje y de los amaneceres; tienen mucho tiempo para pensar y así, en silencio, pueden sentir con más profundidad el viaje. Y también tienen tiempo para hacer amigos, hablar y explicarse su vida unos a otros. Durante el camino las personas son generosas, comparten y se ayudan unas a otras. Los que recorren el Camino de Santiago llevan una credencial del peregrino. Se trata de un documento que van sellando en los distintos lugares por donde pasan, como iglesias, albergues, bares, etc. Los peregrinos se emocionan cuando llegan al final del Camino, pisan la plaza principal de Santiago y ven la fachada de la catedral. En la oficina del peregrino de Santiago de Compostela los peregrinos reciben un documento llamado compostela, que certifica que han recorrido al menos 100 kilómetros a pie o 200 kilómetros en bicicleta. Es recomendable dedicar un día o dos para ver bien la catedral y la ciudad. La catedral es una joya artística del románico con una magnífica fachada. Hay una tradición que consiste en abrazar la escultura del apóstol. Si entras en la catedral y tienes suerte, verás en movimiento este objeto llamado botafumeiro. El casco antiguo de Santiago de Compostela es muy bonito, con palacios, edificios de piedra, calles con soportales y rincones encantadores. Como la ciudad ha estado recibiendo peregrinos durante siglos, encontrarás numerosos edificios religiosos en sus calles. La Unesco ha declarado Patrimonio de la Humanidad el casco antiguo de Santiago de Compostela y también el Camino de Santiago. Cuando los peregrinos se despiden, suelen decir “¡Buen camino!”

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