8 Trucos Psicológicos que Realmente Funcionan | Psych2Go ESPAÑOL

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Número uno, llamar a las personas por su nombre. A la gente le encanta cuando hablas de ellos. Bueno, la mayoría de las veces. Decir el nombre de alguien en medio de una frase mientras hablas con esa persona, es una excelente manera de captar su atención y redirigir la conversación hacia ti o hacia ella. Cuando eras niño ¿te dabas cuenta cuando el maestro decía tu nombre en medio de una explicación? Eso es porque escuchar tu propio nombre, capta tu atención y te trae de vuelta al presente. Como los maestros no quieren que sus alumnos se distraigan, dicen sus nombres para hacer que se centren en el debate que se esté llevando a cabo. Esta misma táctica sirve para hacer que alguien se fije en ti. Mientras conversas con alguien a quien admiras, intenta decir su nombre con frecuencia y al principio o al final de las preguntas. Esto llamará su atención y agregará algo de carisma a tus conversaciones habituales. Número dos, darle algo a alguien en medio de una conversación. Aquí tienes un truco divertido. Digamos que realmente necesitas ayuda para llevar algo a tu habitación, pero tu fastidioso hermano no está interesado en ayudarte. Para conseguir que te ayude, intenta darle el objeto mientras conversas con él. Por alguna extraña razón, cuando las personas están contando una historia o entablando una conversación profunda, generalmente tomarán cualquier cosa que les entregues. Anímate a probarlo la próxima vez. ¿Qué estás comiendo un plátano? Dale a alguien la cáscara del plátano de manera casual mientras hablas sobre las complejidades de la vida y la agitación de los planetas. Probablemente te la recibirá sin dudarlo. Número tres, practicar la teoría de Pávlov masticando chicle durante un examen. Lo creas o no, el chicle puede ayudarte a sobresalir en tu próximo examen importante. Ehhh… ¿Cómo? ¿De qué manera el chicle podría mejorar tus calificaciones? Si realmente necesitas aprobar el próximo examen, deberías encontrar un sabor de chicle distintivo y masticarlo durante tus sesiones de estudio. Luego, cuando finalmente tengas que rendir el examen, te habrás condicionado a asociar ese sabor de chicle con la información que estudiaste para el examen. Y puede que esto te ayude a recordar esa información durante la prueba. Esta es una forma de condicionamiento formada a partir de la teoría pavloviana. Según Husson University Online, la teoría pavloviana es un procedimiento de aprendizaje que implica emparejar estímulos para conseguir una respuesta condicionada. En los famosos experimentos que Ivan Pavlov realizó con sus perros, demostró cómo la presencia de un plato de comida (el estímulo), desencadena una respuesta incondicionada en los perros (la salivación). Y cómo se podía sustituir ese estímulo por uno neutral para crear la misma respuesta de manera condicionada. Así que la próxima vez que estés estudiando para un examen, saca tu chicle y empieza a masticar. Puede que hacerlo te ayude a conseguir ese 10. Número cuatro, intentar imaginar estar dónde quieres estar en la vida. Este es un truco psicológico que realmente puede ayudarte si lo usas correctamente, utilizando una forma de disonancia cognitiva para tu beneficio. Intenta cambiar tu mentalidad acorde a la persona que quieres ser. Según Medical News Today, la disonancia cognitiva es una teoría en psicología social que hace referencia al conflicto mental que ocurre cuando los comportamientos y creencias de una persona no coinciden. Pero, en lugar de experimentar incomodidad, intenta utilizar la disonancia cognitiva para motivar el cambio dentro de ti. Si no puedes lograr que tus comportamientos se alineen con tus objetivos, intenta convencer a tu mente de que ya eres una persona que activamente trabaja en esos objetivos. Digamos que tienes el hábito de gastar demasiado dinero y que eres un poco adicto a las compras. Si quieres dejar este hábito, intenta decirte a ti mismo que tú, simplemente, no eres el tipo de persona a la que le gusta mucho comprar y que eso no es lo tuyo. Cambiar tu forma de pensar podría cambiar tus acciones si realmente trabajas en ello. Por ejemplo, quizás tiendas a sentirte un poco triste y acostumbres a ver lo negativo en la mayoría de las situaciones. Si bien es importante no reprimir tus emociones, trata de imaginarte a ti mismo como una persona que siempre ve el lado positivo y puede que comiences a inclinarte a ver lo bueno durante tus días de mal humor. Intenta utilizar la disonancia cognitiva a tu favor imaginando que estás donde quieres estar en la vida. Cambiar tu forma de pensar basándote en la persona que quieres ser puede ponerte en el camino de convertirte en ella. Número cinco, pedir un gran favor y luego cambiarlo por uno más pequeño. Imagina esto: Realmente quieres esa adorable chinchilla que has estado viendo en el escaparate de la tienda de mascotas. Pasas por la tienda de mascotas todos los días cuando sales de la escuela y la chinchilla está ahí mirándote con sus lindos ojitos como perlas. Se acerca tu cumpleaños y no tienes suficiente dinero para comprarla, pero ya has decidido que su nombre será Coquito. Bueno, si quieres usar un truco psicológico a tu favor, intenta primero pedirles un perro a tus padres. Espera… ¿Qué? Pero si tú no quieres un perro… Quieres a Coquito, la chinchilla… Sí. Pero si primero les pides a tus padres un favor grande, seguramente te dirán que no. Si luego lo cambias por un favor más pequeño, estarán menos dispuestos a negártelo. En psicología, esta técnica se denomina técnica de la puerta o portazo en la cara y se puede utilizar en muchas situaciones. Si necesitas desesperadamente 20 dólares, pero sabes que a tu amigo no le gusta prestar mucho dinero, intenta pedir 50 dólares primero. Ahora esos 20 dólares parecen muy poco en comparación. Coquito y tú ahora podrán vivir espléndidamente. Número seis, pedir un favor cuando alguien está muy cansado. Este es otro truco psicológico pícaro. Digamos que tu amigo necesitaba quedarse a dormir en tu casa pero tú estás muy ocupado y has pasado toda la noche viendo The Office en Netflix. Lamentablemente no puedes dejar que se quede a pasar la noche y has decidido decirle que no. Pero entonces, de repente, tu amigo llama a tu puerta en medio de la noche. Por alguna razón lo dejas entrar y le dices que puede quedarse a pasar la noche. Cedes porque estás agotado y demasiado cansado para decir que no a sus peticiones. Según varios estudios, es probable que, cuando están cansadas, las personas se vean influenciadas para hacer algo que en un principio no querían hacer. Estás agotado tanto mental como físicamente. Y realmente no quieres estar despierto hasta tarde discutiendo con tu amigo. Harías cualquier cosa con tal de terminar con la situación y poder descansar un poco. Número siete, imitar a los demás para ayudarte a hacer amigos. ¿Te cuesta hacer amigos en la escuela o en el trabajo? Sin tener que cambiar nada acerca de quién eres, intenta reflejar los movimientos y gestos de la otra persona, y es posible que esté más abierta a conocerte. Este tipo de réplica se llama efecto camaleón y se ha explorado en otros estudios. Si la gente piensa que eres como ellos, es posible que estén más dispuestos a ser tus amigos. Entonces, alguien podría estar reflejando tus gestos para atraerte a su trampa y ganar tu confianza o, lo más probable, para ser tu amigo. Y número ocho, asentir con la cabeza para hacer que alguien esté de acuerdo contigo. ¿Alguna vez has necesitado que alguien esté de acuerdo con una propuesta que hiciste en el trabajo? O, tal vez, quieres persuadir a alguien para que esté de acuerdo contigo en un tema que sabes que entendería si abriera su mente. Como… bueno, simplemente NECESITA ver The Office en Netflix. Si simplemente entendiera el punto que estás planteando y estuviera de acuerdo con él, probablemente querría verla. Intenta asentir con la cabeza mientras hablas de un punto con el que quieres que alguien esté de acuerdo. Según un estudio de la década de 1980 publicado en Applied Psychology Journal, los psicólogos descubrieron que cuando alguien asiente con la cabeza mientras escucha a otro, es más probable que esté de acuerdo con lo que dice. Incluso puedes sorprenderte a ti mismo asintiendo con la cabeza inconscientemente a la intensa historia que alguien te está contando, porque esa persona también lo hace. Entonces, ¿qué piensas de estos trucos psicológicos? Recuerda, como dijo el tío Ben, "Un gran poder conlleva una gran responsabilidad". Por lo tanto, utilízalos solo para el bien y ten en cuenta que es posible que otros también los estén usando contigo. ¿Vas a probar alguno de ellos? Cuéntanoslo en los comentarios. Por favor, dale like y comparte este video si lo consideras interesante y quieres que lo vean tus amigos. Los estudios y referencias utilizados se enumeran en la descripción. No olvides suscribirte y activar la campanita para ver más videos de Psych2Go. Como siempre, gracias por vernos.

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